EL CHI KUNG Y LA ENERGÍA O CHI DE LOS ÓRGANOS

Recordemos que el Chi Kung Sanador es un arte que nos enseña a circular armoniosamente la energí o chi para promover la buena salud. Hay muchas formas que facilitan el movimiento del Chi. Enseñémosle a nuestros cuerpos este lenguaje: La Sonrisa Interior y Los 6 Sonidos Curativos son las dos más fáciles y no por eso menos importantes.

Para comprender estas formas básicas de Chi Kung Sanador, es importante saber que la energía o Chi proviene de muchas clases de fuentes. Cada fuente de energía emite una diferente cualidad de la energía y esa energía y cualidad es diferente para cada uno de nuestros órganos vitales. La armonía que aportan estas energías en nuestros órganos es la fortaleza de nuestra salud.

Que una persona tenga mucha energía en su cuerpo no significa que sea bueno. Las preocupaciones y la ansiedad son emociones y también son energía. Esta energía tiene el potencial de producir dolores de cabeza, músculos contraídos e insomnio. Esa energía es poderosa y está presente en el cuerpo, pero es destructiva y por lo tanto indeseable.

Por lo tanto es importante cultivar un clima de equilibrio y armonía interior para tener armonía y equilibrio en nuestra vida diaria. Es como cultivar un jardín: desmalezando para que crezcan las hermosas flores y nos den su belleza y aroma. Sin sacar toda la maleza para que sirva como abono…pero con la atención despierta para cultivar el jardín armonioso. Es lo que se llama alquimia interior.

El Chi Kung Sanador nos enseña que todos nacemos con energías positivas (virtudes) y energías negativas.

Estas energías sostenedoras de la vida se encuentran en nuestros órganos internos. Cada órgano contiene energias específicas con sus cualidades y negatividades y por eso es tan importante una buena alquimia como explicábamos más arriba, para tener una buena salud. Cuando nuestros órganos tienen sus energías equilibradas, nuestras vidas fluyen en armonía. Pero, cuando las negatividades superan a las virtudes y nos descuidamos en su cultivo, nuestros cuerpos tienden a exudar energéticamente aquellas energías emocionales de las que estamos cargados. La medicina occidental ya reconoce que la presencia sostenida de emociones negativas pueden derribar el sistema inmune y causar desórdenes psicosomáticos.